19/6/09

sueño VIII

Última estación

Vamos de mochileros. dos chicos y otra chica además de mí. Obligadas mochilas aparatosas de campamento, con la bolsa de dormir arrollada arriba. Caminamos mucho ese día. No conseguimos a nadie que nos lleve según parece. Nos pesan las piernas y los párpados ahora que se hizo de noche. Sin embargo hay como una claridad de luces ocultas. Armamos las bolsas al lado de la vía. No creo que a esta hora pase el tren ¿Hacemos fuego? No hace falta, el calor de la bolsa es suficiente para reconfortarme. Empiezo a dormitar. Entonces un ruido nos despierta. El suelo nos vibra y sabemos que tenemos poco tiempo. Salimos de las bolsas, agarramos las mochilas y empezamos a correr para escapar del tren que se nos viene. Primero, todavía torpes y dormidos, corremos siguiendo las vías. Por fin alguien en un rapto de lucidez, comienza a correr hacia el costado y lo seguimos.

Las mochilas nos pesan, las piernas nos pesan, el vértigo nos pesa y nos agita, especialmente ahora que notamos que tenemos que seguir corriendo porque hay una, dos, tres, seis, doce vías y de todas ellas bocinas de trenes nos acechan desde los lados.

Es una estación: mi conciencia me regala esa vista panorámica. Incluso hay un puente de peatones y gente esperando en los andenes. No estamos lejos de ellos, pero antes de poder alcanzar su seguridad quedamos en medio de dos de aquellas furias de metal, rugientes, feroces, imponentes. El aire se embolsa por la velocidad de los dragones y su fuerza similar a la de edificios que colapsan. El viento se violenta y se arremolina, nos envuelve como un golpe irrefrenable que quiere arrastrarnos por mucho que queramos aferrarnos al piso. El viento triunfa, el viento me ahoga en un abrazo adrenalínico y al fin abro los ojos, temerosa de la oscuridad.


Jesica

1 comentario:

  1. Me hace acordar a un cuento...

    Alguna vez te viste morir en sueños??

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