A mi edad ya no sueño al dormir… o sueño de otra forma, despierta…
El nombre del arco (biós) es vida (bíos), pero su obra es muerte.
Heráclito, Fragmento 48 [Heráclito fue quizá uno de los primeros que reconoció que una palabra o un texto podía tener más de un significado. Kennedy, G.A. (ed.) The Cambridge History of Literary Criticism. Vol 1. New York, 1997]
El árbol es a cada instante una cosa nueva: afirmamos la forma porque no aprehendemos la sutileza de un movimiento absoluto (Nietzsche). El texto sería también ese árbol cuya nominación (provisoria) debemos a la grosería de nuestros órganos. Seríamos científicos por falta de sutileza.
Barthes, R. El placer del texto, México, 1978
Hoy día me imagino a mí mismo un poco como el Griego antiguo tal como Hegel lo describe: el Griego interrogaba, dice, con pasión, sin pausa, el susurro de las hojas, de las fuentes, del viento, en definitiva, el estremecimiento de la Naturaleza, para percibir en ellos el plan de una inteligencia. Y en cuanto a mí, es el estremecimiento del sentido lo que interrogo al escuchar el susurro del lenguaje, de ese lenguaje que es para mí, hombre moderno, mi Naturaleza.
Barthes, R. El susurro del lenguaje. Barcelona, 1987
El cauce, reseco, medio lleno de hojas.
Nosotros, escuchando un río entre los árboles.
Heaney, S. Campo abierto. Madrid, 2005
Ma.Eugenia
No hay comentarios:
Publicar un comentario