1/7/09

sueño XII

Anoche tuve una muy larga pesadilla.
Soñé que alguien me despertaba de mi mismo sueño para informarme sobre la muerte de mi querido amigo Pato. Me puse a llorar y me preguntaba, desesperado, como podía ser que muriera.
No terminaba de creerlo. Me levanté de la cama, para descubrir que estaba en una casa desconocida. Un departamento en un piso muy alto. Me encontré allí con uno o dos conocidos, a los que les pregunté si es cierto que Pato murió. Me responden que sí, pero sin demostrar ningún tipo de pasión. Intenté hacer una campaña de mensajes de texto a todos mis amigos para asegurarme aún más, pero no tenía batería en el celular.
Decidí huir de ese extraño lugar, pero era muy dificil llegar a la entrada del edificio: tuve que sortear frágiles y destartaladas pasarelas colgantes en el vacío, que me provocaron mucho vértigo.
Al salir del lugar, me encontré en un páramo, rodeado de rutas y autopistas. Logré tomarme el 114, en el que tuve varias dificultades que ahora no recuerdo.
De alguna manera llegué a la casa de mi amigo Pato, donde me encontré con otro amigo, Oso.
Muy tranquilo, Oso me contó como fue la muerte de Pato, de la que fue testigo: murió mientras leía mails, a altas horas de la madrugada. Me contó que una novia con la que se estaba peleando deambulaba por el lugar, discutiendo en intervalos de media hora, mientras él estaba en la computadora. En un momento advirtió que se estaba quedando ciego, para luego morir.
Muy angustiante.
Al despertar, le mandé un mensaje por celular a Pato para que me confirme si estaba vivo. Está vivo. Le conté brevemente de la pesadilla, y lo tranquilicé recordándole que soñar con la muerte de alguien alarga la vida del difunto onírico.
Como tal vez eso no le interese demasiado a Pato, le di la opción de que se alargue su vida o su pija.


Ale Cohen.

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